Hacia dónde vamos

Interesante cuestión. En el ámbito residencial, somos conscientes de la necesidad que existe de vivienda de calidad, que proporcione espacios para desarrollar una vida confortable y que proteja la individualidad de cada uno. Espacios flexibles, libres, que permitan desarrollar nuestra mente y nuestras potencialidades. También somos conscientes de la enorme cantidad de edificios que aparentemente se encuentran obsoletos, pero que esconden un gran potencial. Estas cuestiones, combinadas con el profundo cambio que se ha producido en la sociedad, en las unidades familiares, en la forma de habitar, nos lleva a la conclusión de que existe una importante necesidad de transformación también de la arquitectura. No sólo en el aspecto más evidente, la sostenibilidad, sino en otros aspectos más profundos, que sean capaces de acoger la diversidad que ahora nos envuelve, y que sin duda enriquece nuestro entorno y nuestras ciudades. La reinterpretación de los edificios existentes, y su puesta en valor, son una apuesta segura de cara al futuro de las ciudades.

También en el ámbito dotacional, consideramos que el camino de la recuperación de lo construido, de las preexistencias, bajo los nuevos estándares de ahorro energético, es el más acertado.

Como arquitectos, tenemos la obligación de explorar todas las alternativas a la hora de iniciar un proyecto, ya sea de nueva planta o de rehabilitación, con el fin de lograr esa transformación que haga más humanas nuestras ciudades, nuestras viviendas, nuestras cocinas o nuestros armarios. Proyectando, independientemente de la escala, de lo grande a lo pequeño y viceversa.